Estructura interna de los neumáticos

Los neumáticos, tipos y composición

Los neumáticos no son más que unos aros de caucho con estrías sobre ellos. Los fabricantes invierten mucho tiempo y dinero en el desarrollo de sus neumáticos para conseguir una buena adherencia y larga vida.

Los neumáticos constituyen los únicos puntos de contacto del automóvil con el suelo, de ahí que resulte esencial el mantenimiento de los mismos para obtener un óptimo rendimiento, seguridad y comodidad. Por lo general, del neumático únicamente se mira su parte exterior; sin embargo, esta envoltura externa oculta una compleja estructura.

Los neumáticos de automóvil se denominan así porque están inflados con aire a presión. Algunas veces el aire está contenido en un tubo blando de caucho ubicado en el interior del neumático y conocido como cámara de aire. Este tipo de neumáticos son los más conocidos, pero muchos fabricantes construyen neumáticos sin cámara, en los cuales el aire está contenido en la carcasa y la pestaña de la llanta.

La carcasa está constituida por un tubo duro y flexible en forma de C, hecho de caucho sintético reforzado por tela y capas de acero que le confieren su dureza. Dos varillas de acero fijadas en los ojos interiores del neumático, los llamados talones del neumático, proporcionan un asiento firme en el borde de la llanta.

La parte externa del neumático está fabricada con un caucho más grueso, ranurado por una serie de surcos: las bandas de rodadura. El dibujo de las bandas de rodadura varía según el fabricante, pero todas tienen el cometido de que el neumático se agarre al asfalto cuando éste se halla mojado.

El neumático debe ser lo suficientemente rígido para soportar el peso del automóvil y absorber los accidentes de la carretera, mientras mantiene el dibujo firmemente en contacto con el pavimento. Y, como es natural, deben ser razonablemente baratos y tener una larga vida.

Para realizar un neumático de estas características, el fabricante debe hacer un balance entre el coste y la seguridad. Además ciertos aspectos del rendimiento de un neumático, como el agarre y el desgaste, son recíprocamente excluyentes, por tanto, los neumáticos resultan un compromiso.

Diagonal y radial

Hay dos tipos de neumáticos, diagonales y radiales, denominados así por la forma en que están dispuestas las capas de reforzamiento. Hasta principios de los años setenta, los neumáticos el tipo diagonal o convencional eran los que se incluían como equipo estándar en todos los automóviles más populares, pero este tipo de neumático en la actualidad se ha hecho muy raro. Todos los automóviles se diseñan ahora para equipar neumáticos radiales, los cuales es fácil reconocer por sus talones, ojeando su plano medio.

Ambos tipos de neumáticos están compuestos de una carcasa de caucho, reforzada por algunas capas de cuerdas tirantes. En un principio, éstas estaban realizadas en algodón, pero en los neumáticos modernos se emplean de rayón o nylon.

Los dos tipos de neumático defieren en cuanto a la disposición de las capas o telas. Los del tipo diagonal tienen las capas dispuestas en ángulo y cada juego sucesivo está angulado alternativamente adelante y atrás alrededor del neumático. Esta forma de superponer las capas es lo que le da el de diagonal.

En los neumáticos del tipo radial, por otra parte, las capas se disponen radialmente, rectas sobre el cielo del neumático. Hay también una serie adicional de capas de refuerzo en recorrido recto alrededor del neumático bajo el área del piso. Las capas de este cinturón se cruzan en estratos superpuestos, como las del neumático diagonal. Esto forma un aro de refuerzo rígido que sirve de apoyo a la cubierta del neumático.

El cinturón puede estar fabricado de rayón o de acero. Si se utiliza el rayón, el neumático se denomina tipo textil y puede tener hasta seis capas en el cinturón. Por el contrario, en los que incorporan el acero sólo hay dos capas, debido a la mayor robustez del mismo.

Diagonales y radiales tienen sus ventajas y desventajas. El tipo diagonal aporta una rigidez general. Sin embargo, permite que el neumático se doble en diferentes direcciones. Pero esta dureza hace que el dibujo del neumático tipo diagonal tenga poco contacto con el suelo. Esto facilita la dirección cuando se aparca pero proporciona menos adherencia cuando se toma una curva a alta velocidad.

Los neumáticos radiales tienen sus paredes laterales mucho más flexibles que las de los diagonales, pareciendo que están menos inflados en su plano medio. Esta flexibilidad confiere al automovilista una marcha cómoda, en especial si es del tipo textil, y hace que esté en contacto con el suelo una mayor área de neumático. Esta característica proporciona una buena maniobrabilidad y gran adherencia en las curvas, pero dificulta el giro en las ruedas cuando se aparca. Además, el fuerte cinturón, en especial en el caso del tipo de cinturón de acero, puede proporcionar una marcha dura y transmite el ruido de la rodadura al interior del coche.

Materiales

En un principio, los neumáticos se construían a partir de caucho natural, pero en la actualidad se utiliza el caucho sintético para obtener diferentes combinaciones de adherencia y resistencia al desgaste.

Uno de los problemas que se presentan a la hora de elegir la mejor combinación de caucho es que, mientras un caucho blando proporciona una mejor adherencia, se desgasta más rápidamente. Por otro lado, sería posible fabricar un neumático cuyo desgaste fuera prácticamente nulo, pero obtendríamos un componente que apenas se adheriría al asfalto.

La mayoría de los neumáticos actuales están fabricados a base de caucho estireno butadieno. A este caucho se le añaden pequeñas cantidades de polibutadieno, que es poco duro y proporciona una mayor duración. Otros aditivos aumentan las cualidades del caucho: los aceites mejoran la adhesión del neumático, mientras que el carbón incrementa su vida.

Renovados y recauchutados

Los neumáticos renovados y los recauchutados se obtienen a partir de carcasas de neumáticos desgastados.

En el caso del renovado, se corta la vieja cubierta exterior y se examina la carcasa para descubrir cualquier daño. A partir de aquí se le fija una nueva banda de rodadura y una nueva pared lateral a la carcasa mediante el vulcanizado.

Actualmente, los neumáticos renovados resultan interesantes por su menor precio y su seguridad es completamente fiable. Pero no pueden ser utilizados durante largos recorridos a alta velocidad.

Los neumáticos a los que se les ha sustituido sólo la banda de rodamiento, mientras todavía utilizan la pared lateral originaria, se conocen como recauchutados. Ambos, renovado y recauchutado, resultan mucho más asequibles que los neumáticos nuevos y cuando están bien hechos, pueden durar bastantes kilómetros.


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