No es que lo sean por su potencia estándar (unos 100 A) sino por parámetros como la potencia de pico de mil A o más, su funcionalidad y capacidad de carga y descarga total que supera las 400 veces, y también su versatilidad en la instalación, ya que en algunos modelos pueden instalarse inclinadas a 90 º. Tenga en cuenta que algunas
baterías desprenden gases tóxicos e inflamables, en su proceso de carga. Por lo tanto, su lugar de instalación debe estar bien aireado. Asegúrese del buen anclaje de la batería que no debe moverse en absoluto de su alojamiento. Suelen ser muy vistosas e incluyen varios bornes (hasta tres parejas) para facilitar la instalación, y normalmente bañados en oro, para mejorar la conductividad; otra ventaja es la total ausencia de corrosión.
Todo ello en el mismo espacio que una batería convencional. Sobre todo si se tiene en cuenta que también será la batería del vehículo, no sólo del sistema. Su duración es el triple que en una batería convencional (dicen los fabricantes). Recuerde que si el consumo del sistema es mayor que la potencia que suministra el alternador, una batería profesional no solucionará el problema definitivamente.